¡Temblad, madrileños!
Por si ya éramos pocos en Madrid, se cierne sobre nosotros una terrible amenaza. ¡Javier se viene a la capital!
No está muy claro cómo, pero ha conseguido engañar a una empresa para que le dé trabajo. Según él mismo ha dicho, el trabajo parece interesante ( mucho remoting, bastante flashcomm ), de esos en los que hay que estar aprendiendo casi a diario.
También parece que entre preparar mudanzas, embaucar a su hermano ( yo ) para que le ayude a buscar piso, y cerrar sus obligaciones en su trabajo actual ( que la verdad, abandona con cierta sensación de pesar ), no tiene tiempo ni para pensar en que no tiene tiempo.
¡Enhorabuena! ( a Javier, claro, porque el resto de madrileños deberíamos empezar a prepararnos para pasar una larga temporada en el refugio... )