Cuidado con los cantos de sirena
Una de las obsesiones de por aquí es conseguir terminar ganándonos la vida honradamente desarrollando y vendiendo nuestra propia colección de aplicaciones.
El ganarse la vida como desarrollador independiente tiene infinidad de atractivos, eso es innegable, pero también una serie de obligaciones que no tiene el trabajo por cuenta ajena. Una de esas obligaciones, en realidad la que probablemente sea la más importante de todas es la de dar soporte a los usuarios de tus aplicaciones.
Es evidente que todas las personas somos diferentes, más aún si cabe cuando estamos utilizando un programa determinado. Es difícil encontrar dos usuarios que ejecuten la misma tarea de la misma forma, y es más difícil aún encontrar dos usuarios que tengan opiniones similares sobre qué es lo que verdaderamente necesita una aplicación para que sea la mejor del mundo.
Por eso, es crítico saber qué solicitudes de mejoras hay que atender, a qué tipos de usuarios hay que proporcionar todo aquello que pidan, y a quién no hay que hacer ni caso.
En Creating Passionate Users tocan el tema con bastante profundidad, aportan una lista de tipos de solicitantes de funcionalidades, y aconsejan a cuáles de esos tipos escuchar.