« Si yo fuera rico, edición número 64 | Inicio | 20062311: La frase de búsqueda del día »

Forzado del Ilford HP5+

Cuidado, viene un spoiler, así que si no quieren saber el final de la historia, salten al párrafo dos: el Ilford HP5+ fuerza que se caga la perra.

Ahora, una vez pasado el spoiler, es cuando viene la entretenida anécdota personal.

El pasado domingo me fui, muy bien acompañado, a ver a la Peyroux al Centro Cultural de la Villa de Madrí, sito debajo del banderón de colón, qué emoción, qué ilusión.

El caso es que como me imaginaba que, como mínimo, no iba a estar bien visto el hacer fotos en la sala (resultó que no es que no esté bien visto, es que está prohibidísimo), decidí llevarme la FED-5, para, efectivamente, pasarme la prohibición por el arco del triunfo.

Obviamente, la luz era más que escasa, por lo que el fotómetro de la cámara, de un más que curioso mecanismo, explicado en el link anterior, no sirvió para nada. Así pues, tocaba sacar la bola de cristal, e intentar adivinar cuál iba a ser la exposición correcta.

Tras unos instantes de cálculos mentales (no porque les hiciera rápido, sino porque me cansé enseguida), decidí varias cosas:

  1. Que necesitaba un plan.
  2. Que los del concierto anterior me habían gustado bastante.
  3. Que era el momento para recordar todos los libros leídos (haz bracketing, pequeño saltamontes).
  4. Que iba a partir de la base de que iba a revelar el carrete como si lo hubiera forzado a 1600, algo que como ya llevaba decidido desde casa no me ocupó mucho tiempo.
  5. Que iba a tirar a la apertura máxima de la lente, conclusión obvia, por otro lado.
  6. Que siendo una telemétrica, era factible tirar a 1/8 a pulso.
  7. Que como no está bien incordiar a los demás, me iba a esperar a los aplausos finales del concierto para tirar cuatro o cinco fotos.
  8. Que la próxima vez hay que espabilar para comprar las entradas antes y pillar sitio más cerca.

El resultado:
Madeleine Peyroux Quartet

El carrete se reveló (así, en impersonal) en Kodak TMax a 1:4, y con el tiempo que marcaba el cartón del carrete, más diez segundos de regalo (porque yo lo valgo).

¿Que la foto no es nada del otro mundo? Pues sí, no lo es. Está un poco movida, está hecha desde el V pino, un poco sobreexpuesta, pero una foto es, una foto es, una foto es.

Conclusión.
Uno tiende a pensar que no es muy listo, por lo que el primer corolario de toda esta historia es que el Ilford HP5+ es muy, pero que muy tolerante a la hora de ser expuesto, y que es probable que siga dando buenas fotos en un rango de dos pasos arriba o abajo de la exposición ideal.

La segunda observación es que este carrete fuerza muy bien, produciendo muy poco grano extra. O eso, o es que desde el último forzado (un Tri-X hace cosa de un mes) he sido agraciado con el don de revelar sin grano, cosa que dudo. O dicho de otra forma, el Tri-X sacó mucho grano (pero muy bonito) al forzarlo a 1600, mientras que el HP5 no produjo un aumento de grano, ni en cantidad ni en tamaño, apreciable.

Vamos que, y me van a permitir la frase imán para google, el Ilford HP5+ se lo traga todo.

¿El concierto? Bien, bastante bien.