Las dos caras de la verdad
Tienen razón los que dicen que la verdad tiene dos caras. De hecho, la industria nacional* del ramo se encuentra al borde del colapso por saturación y por la brutal competencia entre los historiadores.
En nuestro continuo afán por innovar, y siguiendo nuestra habitual línea editorial caracterizada por el riesgo, el cuestionamiento de la autoridad establecida y el gusto por las bebidas carbonatadas, nos hemos decidido a realizar un pequeño experimento.
Vamos a tratar un mismo hecho histórico desde dos puntos de vista radicalmente distintos. Comenzamos por el punto de vista de Javier:
Y continuamos con la presentación de los hechos tal y como se desarrollaron, con la verdad desnuda, con los datos que demuestran la verdadera naturaleza de los acontecimientos: mi punto de vista, la verdad absoluta.
Nótese cómo los documentos que aporto arrojan una nueva luz sobre la dimensión de lo que acaba de pasar.
¿Una intrascendencia, no?. Pues hay quien vive de hacer lo mismo...
*Nota: Uy, ¡lo que ha dicho!
Comentarios
Lo que es impresionante, como se puede apreciar, es la profundidad de la conversación, lo intrincado del mensaje, la esencia de lo dicho
Publicado por: Javier Tardáguila | Enero 30, 2006 10:08 AM