¡Lo que me pasa tiene nombre!
Acabo de descubrir, no sin asombro, que lo que me pasa tiene nombre.
Y no me refiero a lo de ser un español de mal, sino a eso de que tener la obligación moral de saber porqué no funcionan los ordenadores de todo ser vivo que no sea yo.
En fin, es agradable saber que la Wikipedia empatiza con su seguro servidor.