¿Puedo jugar yo también?
Pues que deben haber convocado un concurso a ver quién decía la barbaridad más gorda, y yo no me he debido enterar.
Voy a intentar poner mi granito de arena: a algunos políticos habría que obigarles de vez en cuando a, y Forges me perdone por el plagio, meterse la lengua en el recto.
A veces da miedo ver en acción a los padres de la patria, de verdad; qué mesura, qué templanza, qué gusto por las posiciones reposadas y las declaraciones sosegadas...
Ala, recurso de inconstitucionalidad para los dos, por animales de bellotas.