Pues nada
Entre la colaboración del centro moderado, la sinsangre de la izquierda radical y la paranoia de los asesinos estamos como estábamos. O peor.
Es agradable ver cómo, una vez más, en este país, estado, nación, o lo que sea, no hemos sido capaces de ponernos de acuerdo ni para dejar de matarnos entre nosotros. Estupendo. Ganas tengo...