Qué tiempos
La tienda de las hippys, tres chicas muy majas que se montaron su negocio e intentaron vender regalos con mucho incienso y mucha lana de colorines, cerró hace unas tres semanas. Su lugar ya lo ha ocupado, lo han adivinado, la oficina de una inmobiliaria.
Mientras, continúa la guerra entre los guardias de seguridad, la policía nashioná y la munishipá para ver quién la tiene más grande (la bandera de es-ppppaña en la porra, pistola o cinturón).
El 20 minutos reinventa el periodismo con una página completa sobre "opá yo vi a jashé un corrá", a pocos días de la memorable frase del Qué!, que de sólo recordarla, le dan a uno ganas de lavarse los ojos con lejía por haber leído semejante casposidad "nuestros jóvenes, cuando hay una ley que no les gusta, no se dedican a quemar coches y a apredear policías como hacen en Francia".
Hay días en los que a uno, de verdad, le gustaría ser un poquito europeo. Aunque sólo sea por probar.