¡Se vuelve a acabar el mundo!
El PP presenta un plan de seguridad que pretende acabar con los okupas y los antisistema.
Normal. Entre rojos, maricones, batallones de delincuentes extranjeros, rojos, batallones de delincuentes extranjeros y rojos es que tenemos el país (perdón, nación) que no se puede ni salir a la calle (ni quedarse en casa, que te atracan los batallones de extranjeros liderados por los rojos). Y, mis disculpas por tan imperdonable olvido, se me ha pasado añadir que lo tenemos todo llenito de rojos. Y de maricones que van a acabar con la familia. Que ni se lavan, los guarros de ellos (los rojos, los maricones, y los batallones de delincuentes extranjeros que nos están invadiendo).*
Lo que no me termino de explicar es por qué extraña y mística fuerza tectónica se sigue manteniendo el país (perdón, nación) unido, con tanto rojo como hay, y con tanto cataclismo como van provocando.
Por cierto, los de la manifestación de RribaPpaña del sábado, ¿son apaleables también por la policía?. Pregunto...
A ver si consigo que se me pase la mala leche, cosa que dudo.
*Nota del traductor: Todas y cada una de las palabras de ese párrafo están extraídas del archivo sonoro de la Comisión Intersectorial de Cualquier Día Se Me Caen Los Orejones Como Vuelva A Oir Otra Barbaridad Igual de design-nation.