« No sólo se les cae... | Inicio | ¡A mover el culete! »

Spam pro-boicot

Supongo que era inevitable. Hoy he recibido un correo electrónico de una persona a la que no conozco, que me invita amablemente a visitar una web (horrorosa, por cierto, pero eso es otra historia) en la que me solicitan más amablemente aún que me una al boicot a los productos vascos y/o catalanes.

Eso sí, me dan varios grados de "compromiso con la causa" posibles entre lo que elegir: desde simplemente dar de baja mis cuentas en "bancos nacionalistas" a no comprar ningún producto catalán ni vasco, salvo los estrictamente necesarios (medicinas, p. ej.).

La web desprende cierto tufillo "anti-partidos" que hace sospechar un poquito de su naturaleza altruista. Pero al ver un botón de paypal y no encontrar por ninguna parte referencia alguna a quiénes promueven la iniciativa, me he ido directo al whois a ver si era capaz de saber algo más sobre quién está detrás de esto. Sobra decir que la información del whois está aparentemente bien protegida por el registrador (godaddy.com).

Conclusión. Parece que quien está detrás de la iniciativa no tiene mucho interés en que se le reconozca. Cosa que supongo, no debería ser así. Parte de la gracia de vivir en una democracia es que se tiene derecho a hacer cosas como las que ellos promueven. Otra cosa es el grado de disgusto que nos producen a algunos...

Comentarios

Los empresarios del cava piden a Montilla que "nadie grite contra España" para evitar boicots

www.libertaddigital.com/noticias/noticia_1276290437.html

El segundo día de campaña en Cataluña ha tenido como protagonistas a los empresarios del sector del cava, que aprovecharon una visita de José Montilla para expresar su "preocupación" ante posibles boicots en el futuro.

Los catalanistas hacen culpable de todos los males acaecidos contra la Cataluña del 1700 al famoso “Decreto de nueva Planta” (1716) del Borbón Felipe V. Dicen ellos (falsa­mente) que “Cataluña perdió su personalidad y su lengua fue prohibida”. Pura ficción y falseamiento histórico pues, como decía el historiador catalán Vicens i Vives, no existe en ningún artículo de dicho Decreto la prohibición del uso del catalá­n. Lo único que se dice en el Decreto es que las sentencias judiciales deberían de escri­birse en castellano, pero... porque hasta ese momento se habían escrito en latín y por­que, al igual que pasó en Inglaterra, Alemania, y Francia en ese momento, se proclamaron obligatorias las respectivas lenguas naciona­les para las sentencias judi­ciales. El catalán se siguió usando total­mente.

El famoso historiador cata­lán Vicens i Vives en su famo­so libro: “Aproximación a la Historia de España” nos dice: “Un Decreto de Nueva Planta echó por la borda del pasado el anquilosado régimen de privilegios y fueros de los con­des feudales. Y este desescom­bro benefició insospechada­mente a Cataluña porque le brindó las mismas posibilida­des que a Castilla en el seno de la monarquía común”...

Hasta el mismísimo cate­drático catalán Emíli Giralt dice en su manual de historia: “la Barcelona conquistada (‘por Felipe V´) era una ciudad típicamente medieval y sería difícil de encontrar un ejem­plo tan patético de inmovilismo”... Cataluña se modernizó y creció a costa del hundi­miento del Reino de Valencia pues, al poco del Decreto de Nueva Planta, se canalizó hacia Barcelona el paso de 25.000 hombres camino de la conquista de Sicilia y Cerdeña y esto hizo que se reanimara el comercio, la artesanía de confección y calzado, así como la fabricación de barcos cata­lana.

En 1718, Felipe V para pro­teger la industria catalana, prohibió la importación de tejidos de Asia y China y se empezó entonces el aumento demográfico de Cataluña que pasó de 350.000 habitantes en 1708 a 817.000 habitantes en 1787. Entre 1745 y 1770 y, gracias al comercio ultrama­rino, el puerto de Barcelona alcanzó la primacía en España: no sólo se exporta­ban tejidos y calzados, sino también el vidrio, de Mataró y el papel de Olot. Y fue a Felipe V y al gobierno de Madrid a quien Cataluña le debió el incremento del culti­vo de la viña, la exportación de vinos a América y el creci­miento de las cepas en el Ampurdán y el Penedés ¡que dieron lugar al actual cava!.. con toda su riqueza.

El muy actúal historiador Marcelo Capdeferro dice en su libro “Otra Historia de Cataluña” (pág 371): “Gra­cias a la paz y al orden y a la laboriosidad de todo un pue­blo; y gracias también a la desaparición de unas institu­ciones anacrónicas y oligár­quicas, en menos de medio siglo, se operó un desarrollo impresionante en Cataluña en todos los órdenes”. Y lo mismo opinan, además de Vicens i Vives y Emilio Giralt otros historiadores como Henry Kamen, Antonio Pons, André Laborde y el profesor Tamames.

A MI ME PARECE CORRECTISIMO EL BOICOT A LOS PRODUCTOS CATALANES. y quIEN LO PROMUEVA NO TIENE POR QUÉ SER UN HÉROE