¡Terremoto!
Paul Thurrott entra en erupción a costa de la actitud de google, actitud que, por cierto, no es que sea cosa de hace dos días.
Eso de que son el imperio del mal es pelín exagerado, aunque comprensible viniendo del mayor apostol del verdadero imperio del mal, pero a mí hace tiempo que nadie me puede sacar de mi idea de no darle a google ni medio bit de mis datos. Y, qué coño, me encanta esta frase: The hippy love-fest surrounding Google is going to come crashing down[...]
Eso sí, el Tito Estíf que me pida lo que quiera.