intrascendencias

Atenshion, que la cosa tiene miga.

Que el Venerado Patriarca me corrija, pero los topillos han estado protegidos por la Junta de Castilla y Japón, hasta el punto en que si tenías uno en tu casa, lo mejor era que le pusieras nombre, le dieras el apellido de la familia, y le invitaras a cenar.

Pues resulta, que en Tierra de Campos, que es esa parte del paraíso terrenal que cada vez se parece más a un desierto, desde luego no por gulpa de la brillante gestión de 20 años de Pitidos Polítios con el culo grapado a la silla de mandar, ha habido una tremebunda plaga de topillos.

Y se preguntarán ustedes: ¿y qué? Pues el "qué" está en la Junta ha intentado resolver el problema como lo resuelve todo: por la tremenda, y por decreto. En este caso, la brillante idea del Cargo de Libre Designación de turno ha sido rociar el monte con plaguicida. Lo que parece que no le ha hecho mucha gracia a varias aves volativas.

Total, que al final, en Castilla no va a quedar ni gente ni animales.