intrascendencias

Hace unas semanas, los intrascendentes hicimos la mochila, y ligeros de equipaje (portátil, cámara, trípode, iPod, pocketpc, discos duros externos y cargadores para todo lo anterior) nos subimos a un tren y nos fuimos a ver a nuestra santa madre y a nuestro santo padre (santos ambos, ya se sabe, porque con estos dos hijos que les ha tocado sufrir no pueden ser otra cosa). Por cierto, anda que no mola pasar los links de tus padres.

El caso es que no quisimos dejar pasar esa vuelta temporal al redil sin pegar un repaso a algunas de las máquinas del museo que con tanto cuidado administran nuestro progenitores. Algunas de ellas las hemos usado nosotros, algunas no, pero ¡nuestras son, tuyas no!

Como por algo hay que empezar, empecemos por las "máquinas de oficina", precursoras de los procesadores de texto actuales.

En la imagen pueden ver, de izquierda a derecha, en toda su gloria, una máquina de escribir Hispano-Olivetti, una calculadora Hispano-Olivetti, dos Underwoods (al fondo) y en primer plano a la derecha, una Olympia "portátil" (en la que servidor "procesó" unos cuantos textos).

Una vez repasadas las máquinas de escribir le toca el turno a los ordenadores "domésticos". Primero, disfruten de una panorámica:

Ya noto cómo están salivando, pero esperen:

A la izquierda está un Amstrad PC 1640, nuestro primer ordenador chispas.

El ordenador en cuestión tenía 640 KB de memoria, doble disquetera de cinco un cuarto, y monitor monocromo con tarjeta gráfica Hércules, que podía emular con el software apropiado una CGA. Este ordenador, después de mucho, muchísimo uso, pasó por el laboratorio del Profesor Fronkonstin, y le fue extirpada una de las unidades de cinco un cuarto, que fue sustituida por una de tres y medio (de doble densidad). En sus últimos meses de vida, se le intentó injertar, sin éxito, un disco duro (del que, por desgracia, no recuerdo la capacidad).

En el centro de la imagen, pueden ver un Amstrad CPC 464, que fue propiedad de aquí la señorita.

La maquinita tenía 64KB de RAM y 32 KB de ROM, unidad de cinta, joystick, y daba soporte a impresora y monitor de color. Éste aún funciona.

A la derecha, pueden observar un Commodore 16, de origen desconocido.

Este ordenador salió a la venta en 1984, y puede que fuera uno de los primeros de la explosión de la informática doméstica, en aquellos tiempos en los que se entrevistaba a los expertos en la televisión, expertos que preveían un futuro cercano en el que las amas de casa llevaran las cuentas en un computador, el mismo en el que los niños harían los deberes.

Pero esto no es todo, falta el primer clónico de la casa, el encargado de sustituir al PC1640.

El cacharro era un 80286, que como puede verse en la foto tenía un botón de "turbo", que permitía seleccionar la velocidad de reloj del procesador de entre dos disponibles, para que los programas antiguos, sobre todo juegos, no se ejecutaran demasiado deprisa.

Tenía una disquetera de tres y medio de alta densidad, y un disco duro de 80 MB, creo recordar. No tenía tarjeta de sonido, que le añadimos a posteriori en un kit que incluía el CD-ROM. También pasó por el laboratorio del Profesor Fronkostin, y fue actualizado, primero con un coprocesador matemático, y posteriormente fue cambiada la placa base para que montara un 386. También el Profesor le añadió un segundo disco duro de 650 MB, que nunca funcionó bien del todo. No recuerdo exactamente cómo era la tarjeta gráffica, pero creo recordar haberla puesto alguna vez a 800x600 y 256 colores, con gran regocijo del monitor que pitaba como si le fuera la vida en ello (como así terminó siendo el caso).

Cómo cambian los tiempos, Venancia...