De padres gatos...
... hijos michos.
Nuestros más directos ascendientes, nuestros viejos y cansados padres, que han sobrevivido milagrosamente a la experiencia de vernos crecer ( aún está por ver si para convertirnos en hombres de provecho, aunque todos nos tememos lo peor ) acaban de actualizarse de un Pentium de deshecho que habían heredado de Javier a un flamante portátil.
Mis padres, que ya pasan de los 60, son de aquellos que se pasaron la vida trabajando, que nunca pudieron estudiar.
No sé si precisamente por eso, o porque simplemente son así, son dos personas que saben hacer absolutamente de todo, a los que nunca ha asustado nada.
Por eso, cuando hace un año decidieron que se tenían que comprar una cámara digital para poder enviar fotos de sus aventuras a los monstruos de sus hijos, no nos sorprendió lo más mínimo. Igual que cuando hace unos meses decidieron que tenían que aprender a "manejar" el internet, al menos para ver con sus propios ojos qué era eso.
No podemos pretender ( aunque los que vivimos de esto lo deseemos con todas nuestras fuerzas ) que la tecnología es para todos, que un ordenador es tan fácil de utilizar como un libro. Hace falta que el que lo va a utilizar ponga mucho de su parte. Pero la edad no tiene porqué ser necesariamente un impedimento. Siempre y cuando se sea como nuestros padres, claro...