intrascendencias

¡Oh, el amor!

Al finalizar la I Guerra Mundial, una joven recibe la noticia de la muerte de su novio en el frente. Pero ella no cree la noticia. Con una fe inquebrantable, emprende una incansable búsqueda que la lleva a indagar sobre las circunstancias que rodearon a la muerte de su amado.

A Jean-Pierre Jeunet le sale una película indudablemente suya, por el uso cercano al abuso de los planos cenitales, de elementos cercanos al realismo mágico, por el peculiar sentido del humor, por ciertos guiños a los clásicos ( agudeza visual: ¿en qué otra película se ha visto a ese cartero? ), pero que tiene muy poco de experimento y mucho de película comercial ( de hecho la polémica sobre las subvenciones del Estado Francés a la película fue sonada ). En todo caso encierra uno de los finales más bonitos que he visto en películas del género.

Por cierto, si alguien quiere seguir pensando que la guerra es algo heroico donde se enfrentan el bien y el mal absolutos y donde la camaradería y el honor están por encima de todo, que la vea con cuidado. Igual se asusta un poquitín.