De todos los santos.
Rogamos humildemente se inconstitucionalice a los obispos, o arzobispos, o lo que corresponda, que bauticen a hijos de princesas a las que se permitió casarse por la iglesia pese a estar divorciadas.
Eso, o que dejen de salir a la calle a manifestarse (no contra nadie, por supuesto) pidiendo que se lapide a los homosexuales.
En Madrí, a tantos de tantos...