intrascendencias

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Muchas de las cintas, eran las copias de los muchos discos de vinilo que tenemos ( esos sí que no se tirarán nunca ), o cintas que hacíamos de "varios" para el walkman, y también había sí, copias de discos que nos pasaban.

Sí, ahora toda esa música, seguro que se puede conseguir fácilmente por Internet, pero el motivo de mi tristeza se apoya en los siguientes puntos.

• Han sido ( y siguen siendo ) muchos años de coleccionismo musical,vinilos, cintas, cds,y lo que venga. Uno de mis recuerdos de la infancia, fueron los reyes que le trajeron la cadena musical a mi hermano. Cadena que siempre estaba encendida y "lanzando musiquita".


• Hablamos de Valladolid. Si exceptuamos "discos Foxy" ( que desapareció hace ya algunos años, en otro día de tristeza ), cualquier disco que no apareciese en los cuarenta principales ( es decir, todos los que comprábamos ), o se compraba en Foxy, o se compraba por correo. Esto quiere decir, que conseguir la música que nos gustaba, nos costaba mucho, en tiempo y en dinero ( discos de 3000 pesetas hace ya 10 años o más, mas gastos de envío...). Muchos, los comprábamos por correo a tiendas que ni siquiera estaban en España.


• Todas las cintas tenían la longitud exacta. Es decir, si un disco duraba 52 minutos, usábamos una cinta de sesenta. Pero, hacíamos que en cada cara estuviesen grabados ( lo más cerca de la exactitud posible ) los mismos minutos de audio ( en este caso 26 ) y después armados de un destornillador pequeñito ( de esos de relojero ), abríamos la casete y cortábamos la cinta para que tuviese el metraje justo, evitando así, esos minutos sin sonido que se producían de otro modo y que eran un coñazo, especialmente cuando escuchabas la música en el walkman


• Todas las cintas tenían su carátula hecha a ordenador, donde en algunos casos había fotos, en otros tan sólo el listado de las canciones, pero siempre reflejando lo que había allí. Recuerdo, que luego, tras imprimir esas carátulas, estaba el proceso aburridísimo de cortarlas, doblarlas, etc...


• Las cintas estaban ordenadas alfabéticamente, eso implicaba que si añadías una cinta de la A, tenías que mover todas las demás, lo que implicaba mover un montón de cintas, por un montón de baldas. Recuerdo que para hacerlo esperábamos a tener varias.

Pero sobre todo, recuerdo que cada cinta era como un pequeño tesoro. Llegabas y le decías a alguien:
-"he conseguido tal disco"
-"¿Quéeeeeeee, ¿lo has conseguido?. Me lo grabas por favor" ( Recuerdo que conseguir algunos discos era muy jodido )
Y le grababas el disco, ( o a veces el proceso era al revés, y te lo grababan a ti ). Pero sabías, que conseguir el disco había supuesto esfuerzo, que alguien había echo el esfuerzo de grabarlo ( para lo cual tenía que oirlo ). Y sabías que esa cinta iba a ser escuchada.

Pero sobre todo, recuerdo, cuando compramos una mesita de mezclas, las horas pasadas, grabando cintas de "varios" según mi hermano, de "todo un poco" según el que escribe, para el walkman primero, y luego cuando mi hermano se compró el primer coche ( sultán, un R11 de cuarta mano, de cuando los coches eran duros como piedras, joder, que todavía se ve algún r11 por ahí ). Si alguien ha leído ( o ha visto la peli ) Alta Fidelidad ( a la que debemos la categoría de "las cinco principales" de este blog ) sabrá a lo que me refiero. Cuando el protagonista, se pasaba horas, pensando que canciones iban en la cinta, en qué orden para que fuese homogénea, a qué volumen se grababan para que no fuesen unas más altas que otras etc... De hecho lo único que nos diferenciaba del protagonista, era que nosotros siempre hemos tenido la música por orden alfabético, mientras él usaba distintos órdenes en función de su estado de ánimo.

Lo que quiero decir, es que detrás de cada cinta había algo, un trabajo, un cariño. Incluso detrás de las copias piratas de discos, porque esas cintas, que grababas de discos que alguien se había comprado en Londres en sus vacaciones, llevaron a comprar el disco, tiempo después, cuando llegó a discos Foxy, o cuando lo vimos en algún catálogo extraño.

Ahora mismo, si le pides a alguien que te grabe un disco, o una canción, te pasa en un cd ese disco y otros 200 en mp3. Un minuto de esfuerzo. Y es todo tan fácil, que ni se le coge cariño,... y muchas veces ya ni se escucha.

Por eso, me entristeció ver las baldas vacías. La música la puedo volver a conseguir, pero… ( y sí, se decidió tirarlas, porque ya no se escuchaban, de hecho en Madrid no tengo ni un reproductor de casetes, y creo que César tampoco. ).

Por cierto, entre todas las cintas, me han aparecido pegatinas y los fascines de "Morrissey, drive me home", aquel fanzine al que estábamos suscritos hace ya 12 años.

Sí, ha sido muy triste.